Gente en acción Entrevista a la Dra. Judith Zilberman Reproducir nota Su fascinación por el sistema circulatorio la llevó a estudiar la hipertensión arterial en mujeres y a obtener la mención Summa Cum Laude. Retrato de una reconocida profesional de la salud que ama trabajar en un hospital. La curiosidad en su ADN, que la llevaba a preguntarse en su niñez: “¿por qué se enferma la gente grande?”, y las visitas a la casa de su abuela -en donde se pasaba el día revisando las cajitas de la medicación-, marcaron a temprana edad su vocación. Las citas al Pirovano para vacunarse y el olor de los pasillos del hospital también generaron imágenes que dejaron una impronta imborrable a la hora de tomar la decisión. Hija de una arquitecta que la tentaba a seguir su legado y un fotógrafo que trabajaba en la televisión que le despertó el amor por la comunicación, Judith Zilberman comenzó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en plena dictadura militar. No le fue fácil comenzar a cursar, tuvo que pelear para lograr su lugar a pesar de haber aprobado dos veces el examen de ingreso. ¿Por qué se dedicó al corazón de la mujer? Primero estudié medicina interna y la rotación en cardio me atrapó. Me fascinó la especialidad y los mecanismos del sistema circulatorio. A mí mamá yo le decía, “vos que sos arquitecta me vas a entender, yo soy plomera del corazón, porque a veces cuando las arterias están rígidas y se obstruyen hay que destaparlas al igual que los caños de una casa”. Dentro de la cardiología me atrajo la hipertensión arterial, por eso ingresé a la Fundación Favaloro, pionera en abrir una carrera sobre ese tema, para especializarme. Para recibirme tuve que escribir una tesina y me interesó presentar algo relacionado a la hipertensión en la mujer, particularmente en la mujer menopáusica. Había leído que los efectos de los cambios hormonales podían afectar el árbol vascular o mayor parte de lo cardiovascular. Me comencé a preguntar por qué el hombre solía tener infartos más temprano que la mujer y lo asocié a un efecto protector de las hormonas. Eso disparó mi interés y comencé a hacer una investigación clínica en el Hospital Argerich que consistía en darles una medicación hipertensiva a algunas mujeres y a otras no; a su vez, a un segmento les indicaba una terapia de reemplazo hormonal y evaluaba, con el equipo, su impacto en la presión. Estas pruebas mostraban hallazgos, pero no me resultaban concluyentes. Por eso, y dada mi personalidad curiosa, quise indagar más. Para eso, necesitaba experimentar en ratas. Buscando quién hiciera este tipo de estudios llegué a una doctora que ya estaba haciendo investigación básica en EEUU. Para conocerla viajé a un congreso en Washington a explicarle lo que estaba estudiando. Me pidió que presentara un trabajo elaborado en mi país para ingresar a su laboratorio. Me presenté en la Facultad de Farmacia y Bioquímica y la Jefa de Fisiología, la Dra. Cristina Arranz, me aceptó pudiendo terminar mi tesis doctoral 10 años después. En la tesis, titulada Estudio traslacional de los mecanismos fisiopatológicos de la hipertensión y ECV en la menopausia (MNP) desde los aspectos experimentales y su correlación con la clínica, concluí que, con la administración de una medicación, el enalapril, lograba un efecto benéfico en la salud cardiovascular en mujeres hipertensas. Finalizar la tesis me llevó mucho tiempo, en el camino tuve a mis dos hijos, hoy hombres, además seguí con mi trabajo en el hospital y el consultorio. Mi tesis obtuvo la mención Summa Cum Laude. Esa investigación generó mucho interés y desencadenó varios trabajos de investigación y de campo como, por ejemplo, el Programa Corazón Sano en Villa María, Córdoba, que iniciamos hace un tiempo con mujeres a las que vamos a convocar nuevamente para ver los efectos de la campaña de educación y control. La Dra. Zilberman continúa trabajando en el Hospital Argerich, en el que se desempeñó más de 20 años de manera gratuita y sin nombramientos, pero hoy felizmente es Coordinadora del Servicio de Hipertensión Arterial luego de la jubilación del Dr. Villamil. Cuando se refiere a su extensa trayectoria en la institución, afirma: “Yo entro al hospital y me transformo. No sé cómo ponerlo en palabras. A mí me gusta. Es decir, si me propusieran, como hacen en España, quedarme desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde y no irme a un consultorio particular, lo haría. A pesar de lo que me hizo sufrir, lo elijo”. De hecho, recuerda: “En pandemia me pasó algo singular. Aún con el miedo con el que vivíamos, yo entraba al hospital y se me iban todos los temores. Son pasiones”. ¿Cómo se ve de aquí a 20 años? Me veo trabajando en el Hospital, tejiendo redes, uniendo áreas, informando. Tal vez en un espacio haciendo la medicina más simple. Pero, por ahora, seguiré en la trinchera. PROGRAMA CONOCE Y CONTROLA La hipertensión arterial es una enfermedad altamente invalidante, la población desconoce que la probabilidad de desarrollarla es muy alta. Es una enfermedad silenciosa, muchas veces asintomática, por eso la gente no toma medidas y puede estar afectando sin advertirlo órganos importantes como el cerebro, el corazón y las arterias. “Si uno pudiera comunicar las cosas de manera llana y transversal, toda la población podría tener un mejor entendimiento de la enfermedad. Yo fui Presidenta de la Sociedad Argentina de la Hipertensión Arterial y hemos trabajado muchísimo con un programa que se llama Conoce y Controla que aún se lleva adelante. A través de ese programa observamos que el 60% de las personas que se miden la presión son hipertensas y no lo saben. La prevención y el control son fundamentales para controlar la enfermedad que puede desencadenar en ataques cerebrales, infartos de miocardio y daño renal. Una mujer menopáusica debería controlarse con frecuencia la salud del corazón. De la misma manera que tiene en su cabeza el control ginecológico, debería prestar atención a su presión arterial, a los indicadores del colesterol, entre otros. Por todos estos temas, por el impacto de la menopausia en la salud cardiovascular es que trabajo cada vez más cerca de la ginecología y obstetricia. Por eso en el hospital estamos armando dentro del servicio cardiovascular un área de salud femenina. Para vehiculizar la solución, sobre todo de poblaciones vulnerables. Desde la atención primaria hasta la alta complejidad”. HACÉ TODO LO QUE TE GUSTE Bajo la consigna que le dio su primer jefe, el productor de televisión Hugo Di Guglielmo, la Dra. Zilberman siguió la carrera de Periodismo Médico. “Me gusta mucho comunicar y la manera en que se hace en el ámbito médico tiene que ser distinta. Desde la simpleza de una receta que debe ser legible, a transmitir de modo claro lo que un paciente padece, las soluciones a su condición y si no las hay, la recomendación de cómo enfrentarla. El consejo de Hugo: “Hacé todo lo que te guste”, formó parte de las decisiones que tomé en mi camino en la medicina”. Los artículos aquí publicados están destinados exclusivamente a profesionales de la salud y tienen solo un fin informativo. Los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Laboratorios Andrómaco recomienda acudir a un profesional de la salud calificado ante cualquier inquietud médica. Servicio de Atención al Profesional: 0-800-333-0033 - info@andromaco.com.ar