Con sensibilidad pastoral y mirada
global, Francisco supo combinar
la espiritualidad con los grandes
desafíos de nuestro tiempo. En su
despedida, recordamos al Papa que
abrazó una Iglesia comprometida
con los más vulnerables y tendió
puentes entre la fe y la ciencia,
convencido de que ambas pueden
colaborar en la misión de sanar a
la humanidad.