En tema Vulvovaginitis: Un tema relevante para la salud femenina La vulvovaginitis, (VV), es la inflamación de la mucosa vulvar y vaginal; puede ser de origen infeccioso y es uno de los motivo de consulta más frecuente y reiterados en el consultorio de ginecología. La vulvovaginitis (VV) se caracteriza por la presencia de flujo vaginal anormal, aumentado y persistente, prurito vulvar e irritación y olor desagradable. Las causas más comunes de VV son la vaginosis bacteriana (40-45%) la candidiasis vulvovaginal (20-25%), y la tricomoniasis (15-20%), aunque es habitual encontrar vulvovaginitis de etiología mixta. Otras causas menos frecuentes de VV, pero no por ello menos importantes, son la cervicitis mucopurulenta relacionada con la Chlamydia trachomatis o Neisseria gonorrhoeae, el Herpes virus simple (HSV), la vaginitis atrófica o el liquen simple crónico o escleroso entre otras. (1) La VV es una entidad que generalmente afecta a todas las mujeres en algún momento de la vida, y aunque se considera una afección benigna y relativamente “fácil” de resolver, no siempre es así. En no pocas oportunidades las mujeres tienen muchos episodos reiterados y a pesar de los tratamientos instituídos no se logra un resultado terapéutico satisfactorio, y las mujeres recorren los consultorios en busca de una solucion que a veces es difícil de lograr . Se considera vulvovaginitis recurrente cuando se presentan cuatro episodios o más en el curso de un año. La recurrencia puede estar ocasionada por factores inmunológicos, higiénicos (por defecto o exceso), resistencia a los agentes terapéuticos e incluso a factores psicoemocionales. Y además hay que considerar también estados fisiológicos de la mujer como por ejemplo la menstruación, el embarazo y el climaterio. La vagina posee un ecosistema dinámico y la flora vaginal habitual está conformada por lactobacilos y por una gran variedad de microorganismos, incluyendo a algunos que si exceden sus concentraciones habitualmente bajas, pueden transformarse de flora normal de la vagina en patógenos. El microambiente ácido de la vagina -con un Ph que oscila entre 3,8 y 4-, inhibe el sobrecrecimiento de los gérmenes, y por consiguiente este medio ácido junto a la flora vaginal normal son parte de los mecanismos de defensa más relevantes contra la colonización vaginal. Otros mecanismos naturales de defensa vaginal son la barrera física que impone el tejido mucoso, la barrera inmunológica humoral y celular y la secreción de moco vaginal. En la Tabla 1 (2) se resumen los microorganismos que forman parte de la microbiota vaginal: En el gráfico siguiente se resumen algunas causas que pueden alterar la microbiota vaginal (3) Los factores de riesgo mas relevantes para la vaginosis bacteriana y tricomoniasis son parejas secuales múltiples, duchas vaginales, tabaquismo, uso de drogas, otras infecciones de transmisión sexual (ITS). A pesar que la vaginosis bacteriana no es considerada como una entidad de trasmisión sexual y la tricomoniasis es una ITS, comparten muchos factores de riesgo. Con respecto a la candidiasis vaginal puede aparecer debido al uso de antibióticos, de corticoides, al embarazo y la diabetes, entre otros factores de riesgo que habitualmente registramos. (4) El diagnóstico de las VV está basado en la entrevista con la mujer y en su historia clínica, el examen ginecológico y cuando el profesional lo considera necesario se completan con exámenes de laboratorio, examen en fresco y/o cultivos de flujo vaginal. En la Tabla 2 (5) se mencionan las vulvovaginitis más frecuentes, sus signos y síntomas y características propias de cada una de ellas. El manejo terapéutico de la VV es compuesto, variado y diverso; generalmente empleamos tratamiento sistémico y tratamiento local. (6) El tratamiento sistémico es específico para cada una de las etiologías. En vaginosis bacteriana usamos metronidazol 500 mg cada 12 hs vía oral. Un régimen alternativo podria ser la clindamicina 300 mg cada 12 hs durante siete días. En la candidiasis empleamos compuestos triazoles como el fluconazol 150 en dosis única. Sin embargo, en la vulvovaginitis candidiásica recurrente se emplean fluconazol 150 tres dosis en una semana (día 1-4-7) como tratamiento de ataque, y luego el tratamiento de mantenimiento con fluconazoil 150, un comprimido por semana con una duración de hasta seis meses. En el embarazo solo se realiza tratamiento local. (7) En tricomoniasis, se indica metronidazol 2gr, única dosis por vía oral, o tinidazol 2 gr, única dosis por vía oral. Como régimen alternativo se puede utilizar metronidazol 500 mg vía oral cada 12 hora durante siete días. En el embarazo, el uso de metronizadol es seguro; el esquema sugerido es de una dosis única de 2 gr por vía oral. Y finalmente en paciente inmunocomprometidos, como por ejemplo mujeres con HIV, el esquema que mejor resultado genera es el de metronidazol 500 mg cada 12 horas durante siete días. Estas son las VV mas frecuentes y los tratamiento sistémicos mas comunmente empleados. Por otro lado, los síntomas subjetivos que refiere la mujer con VV, tales como escozor, sensación de prurito, aumento de la humedad, eritema y ardor, hacen que generalmente complementemos el tratamiento sistémico en combinación con tratamientos locales. En la vaginosis bacteriana se puede utilizar metronidazol en gel 0.75% 5 gr. en crema vaginal durante cinco días o clindamicinia crema al 2%, 5gr. por vía vaginal durante siete días. En la candidiasis, clotrimazol al 1% o 2% crema vaginal 5 gr durante siete dias, o miconazol 2 % o 4% 5gr. durante siete días, También se emplea tioconazol o terconazol. En el caso de la tricomoniasis, la terapia local es inefectiva. El tratamiento en óvulos es muy difundido en nuestro medio y podemos elegir entre óvulos monovalentes o polivalentes. Debido a la probabilidad de una VV mixta, muchas veces se elige la opción de los óvulos polivantes. La VVC constituye un motivo de consulta de alta frecuencia, afecta la calidad de vida de la mujer y requiere de profesionales de la salud entrenados y actualizados para realizar un manejo adecuado de esta entidad. Hacer diagnósticos correctos e instaurar terapéuticas apropiadas para cada mujer es un compromiso permanente para el ginecólogo, que cada vez más se identifica como el médico de cabecera de la mujer. Dr. David J. Fusaro. Médico Ginecólogo, Director Médico del Instituto Ginecológico Buenos Aires. Revista Conexión Andrómaco N°40; 29-30; (2021) Los artículos aquí publicados están destinados exclusivamente a profesionales de la salud y tienen solo un fin informativo. Los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Laboratorios Andrómaco recomienda acudir a un profesional de la salud calificado ante cualquier inquietud médica. Servicio de Atención al Profesional: 0-800-333-0033 - info@andromaco.com.ar