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Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel

Prevención del Cáncer Cutáneo

Prevención del Cáncer Cutáneo

Sociedad Argentina de Dermatología. Dra. Ana de Pablo Médica dermatóloga, miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología, integrante del Comité Coordinador de la Campaña Nacional del Cáncer de Piel. Subjefa del Servicio de Dermatología del Hospital Austral. M.N. 75814 / M. P. 446468.

La Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) en sus acciones de extensión hacia la comunidad desarrolla la Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel, con la finalidad de educar y concientizar a la población acerca de los cuidados y medidas de prevención para reducir el riesgo de desarrollar cáncer cutáneo.

El cáncer de piel es uno de los cánceres que más ha aumentado su frecuencia en el mundo en las últimas 3 a 4 décadas. Constituye un tercio de las causas de cáncer en el humano. Los cánceres epiteliales como el carcinoma basocelular (representa 75%) y el carcinoma espinocelular (15%), y el melanoma (cerca del 5%) son los más frecuentes y su diagnóstico precoz es primordial para lograr el control completo de la en fermedad en la mayoría de los casos. El factor de riesgo más importante es la exposición a la radiación ultravioleta, ya sea aguda que ocasiona las quemaduras solares en especial en las personas de piel muy blanca (fototipos I-II), rubias o pelirrojas, con efélides y que no se broncean fácilmente, tanto como la crónica ante la exposición continua por razones recreativas o laborales, donde el daño se acumula en el tiempo. Esta acumulación comienza en los primeros años de vida y se extiende a lo largo de la niñez y adolescencia, cuando se tiene más tiempo para estar al aire libre y disfrutar de las vacaciones; por ello, es en esta etapa donde los consejos sobre hábitos saludables frente al sol u otras fuentes de radiación ultravioleta deben ser incorporados, para lograr un cambio actitudinal.

Los datos de incidencia del cáncer de piel en la República Argentina no se conocen exactamente debido a que no es una enfermedad de denuncia obligatoria. El melanoma, a pesar de no ser muy frecuente (solo 5%), es la primera causa de muerte por cáncer cutáneo. La SAD junto con la Fundación del Cáncer de Piel sostienen desde el 2002 una iniciativa, el RAMC (Registro Argentino de Melanoma Cutáneo), donde los miembros de la Sociedad registran, en forma voluntaria, los diagnósticos de melanoma que realizan. Este registro mostró que casi el 60% de los casos se vieron en población económicamente activa (entre 25 y 60 años). En una publicación realizada en 2020 de los casos registrados hasta el 2017, se vieron lesiones de peor pronóstico asociadas a género masculino (las mujeres consultan antes, con lesiones más finas), mayor edad, tumores nodulares y acrolentiginosos, localización en cabeza/cuello y piernas, y zona geográfica (mejor pronóstico en zona centro y patagónica, mayor grosor tumoral en las áreas del noreste y noroeste del país, menor mortalidad en zona noroeste). Estas variaciones regionales muestran que es difícil hacer una generalización respecto de las características de esta neoplasia a lo largo y ancho de nuestro país.

Otros datos, que provienen del Instituto Nacional del Cáncer del Ministerio de Salud de la Nación en base a datos internacionales aportados por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) disponibles del 2018, establecen que la Argentina presenta una tasa de incidencia de 212 ca sos de cáncer por 100.000, en el rango de países con incidencia media a alta de cáncer (rango 177 a 245, 6 por 100.000 habitantes). De los datos de defunciones por cáncer en el año 2016 reportados por el Ministerio de Salud, 522 personas fallecieron por cáncer de piel (8,3% de las muertes por cáncer con una relación 2:1 hombre/mujer).

Las campañas de prevención que se realizan a nivel mundial se basan en acciones de comunicación donde se educa a la población y a los profesionales de la salud sobre las características de las distintas formas del cáncer cutáneo, los factores de riesgo y las medidas de prevención primarias (para evitar su aparición, reducir el daño) y secundarias (educar posdiagnóstico).

La SAD enarbola esta bandera desde hace más de 25 años, con la participación voluntaria de sus miembros y el apoyo logístico fundamental de la industria farmacéutica. La campaña se realiza en la tercera semana del mes de noviembre, donde se intensifica la concientización y en tiempos sin pandemia hay atención gratuita, en distintas instituciones públicas y privadas, permitiendo el acceso al sistema de salud a todo aquel que voluntariamente quiera hacerlo. Se registran datos sobre los hábitos frente al sol y a lo largo de los años, se ha visto un incremento en la noción del riesgo por exponerse al sol o a las camas solares, en las medidas de protección y en la necesidad de realizar el control dermatológico en salud para la detección temprana. Además, se acompaña de acciones publicitarias y de la participación activa de distintos voceros de la SAD en todos los medios de comunicación tradicionales (gráficos, TV, radio) y, creciente, en redes sociales que permiten la difusión del mensaje. En el 2020 la campaña se focalizó en la educación, porque las condiciones epidemiológicas del país y el cierre parcial del sistema de Salud no permitieron organizar la atención presencial (muchos dermatólogos dejaron su actividad habitual para ser parte de la fuerza dirigida a la contención de la pandemia). La comunicación desde la página de la SAD (sad.org.ar y cancerdepiel.org.ar) y las redes sociales fue un pilar fundamental para reforzar el mensaje.

LAS RECOMENDACIONES SON:

1. NO EXPONERSE AL SOL EN LOS HORARIOS PRÓXIMOS AL MEDIODÍA. Entre las 10 y 16 la intensidad del sol es mayor. Tener en cuenta otros factores como época del año, latitud, altitud, y reflejo del sol (mayor riesgo en verano, cerca del Ecuador, en las montañas, la nieve, el agua o la arena).

2. UTILIZAR LA SOMBRA COMO PROTECCIÓN. De una construcción, un árbol, una sombrilla o una carpa. Utilizar camisas de manga larga, con cuello, pantalones largos y sombreros de ala ancha (8 centímetros). También, anteojos oscuros, de calidad reconocida con filtros UV.

3. USAR PROTECTOR SOLAR. para UVA y UVB con un factor de protección solar (FPS) no menor a 30.

4. APLICAR CORRECTAMENTE EL PROTECTOR SOLAR. 20 minutos antes de exponerse, sobre piel seca y cubriendo todas las zonas descubiertas. Usar el mismo nivel de protección en todo el cuerpo, en cantidad abundante. Volver a aplicar cada 2 o 3 horas. También si se transpira mucho o se está dentro del agua (aún en resistentes al agua). No reducir el nivel de protección a lo largo de los días: el bronceado evita la sensación de quemazón, pero no previene de consecuencias negativas a largo plazo.

5. PRESTAR ATENCIÓN A LOS MEDICAMENTOS. Pueden producir rojez y quemaduras solares severas cuando se los recibe y se está expuesto al sol. Revisar con el médico de cabecera.

6. CUIDADO ESPECIAL DE LOS CHICOS. Los más pequeños deben protegerse con sombra, ropa y respetar los horarios seguros. En los menores de 6 meses no usar protector solar.

7. NO PREPARAR LA PIEL CON SESIONES DE CAMA SOLAR. Pueden provocar cáncer de piel y su uso está cuestionado, regulado por ley y, hasta prohibido en muchos países (Brasil, Australia) por esta razón. La OMS incluyó a las RUV dentro del grupo de sustancias cancerígenas como arsénico y tabaco.

8. EXPONERSE MODERADAMENTE AL SOL. Ninguna recomendación es suficiente si se tiene exposiciones de largas horas al sol, aun respetando los consejos de protección.

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