Vista de la cubierta del ARA Fragata Libertad. Fotos: Diego Martinez
La Fragata Libertad se prepara en los puertos de Buenos Aires para su viaje
número XLIX postergado un año debido a la pandemia por coronavirus. Laboratorios
Andrómaco acompaña su partida con el orgullo de poder colaborar con protectores
solares Dermaglós para prevenir el daño solar de la tripulación durante el viaje.
Los tripulantes de la Fragata Libertad no ven la hora de zarpar. La pandemia los obligó a postergar un
año su último itinerario. Pero, ya falta poco, porque la partida finalmente tiene fecha. Si todo sale bien,
en julio de 2021 dejará los muelles de Buenos Aires para comenzar el viaje de instrucción número XLIX
que la llevará a recorrer gran parte del continente americano durante cuatro meses. Los guardiamarinas
están expectantes. La tripulación diariamente cuida al buque escuela manteniendo la cubierta, acomodando
cabos y velas, revisando motores e imaginando lo que será la vida en altamar.
Navegar en el ARA Libertad es considerado por los marinos, un auténtico premio. Toda la tripulación cambia
en cada viaje. Ser elegido para cruzar los mares en ella es una inmensa satisfacción para los oficiales de la
armada.
La naturaleza de la Fragata está en el movimiento, en los
mapas y el compás, en el ritmo de las olas, en los vientos
que la invitan a desplegar las 27 velas, en los horizontes
interminables y en la visita a otras naciones. Su responsabilidad
reside en completar la formación de los cadetes
navales que se ha llevado a cabo en la Escuela Naval Argentina,
y en la representación de nuestro país. Como Nave
Embajadora de la República, la Fragata ARA Libertad lleva
un mensaje de paz y amistad de una nación libre y soberana.
Acorde a los tiempos que corren, se suman a los preparativos
habituales los protocolos sanitarios para evitar el
COVID-19 en un barco con capacidad para 350 personas.
La estrategia diseñada por los altos oficiales y el equipo
médico para zarpar bajo óptimas condiciones de seguridad
sanitaria e infectológica, incluyen tres aspectos: aislamiento
previo al inicio del viaje, pruebas de diagnóstico PCR y
vacunación. Una vez embarcados, seguir las medidas sanitarias
habituales de cuidado considerando que la tripulación
se mueve en un espacio en donde la distancia social,
por lógicas razones, es limitada.
Dentro de las medidas de preparación para iniciar el viaje,
se agrega el abastecimiento de los alimentos, el equipamiento
médico y, los protectores solares para prevenir los
daños en la piel de tanta exposición al sol, el aire y el agua.
Un pequeño hospital dentro del buque
Ubicado en la proa del buque, la Fragata cuenta con un
centro de atención médica. Las instalaciones incluyen un
consultorio médico con equipo de rayos, un consultorio
odontológico, un quirófano, carro de paro, un laboratorio, un espacio para revelar las placas y las salas de internación
para hombres y mujeres por separado.
VIAJE DE INSTRUCCIÓN N° XLIX
Comandante:
Capitán de navío Raúl Osvaldo Chiñi
Segundo comandante:
Capitán de Fragata Juan Pablo Parant
Cuerpo Médico:
Jefe de departamento:
Capitán de corbeta Marcelo Donaire
Jefe de cargo medicina:
Teniente de navío Juan Cruz Vera Vecchi
Jefe de odontología:
Teniente de navío Valentino Mugavero
Jefe de bioquímica:
Teniente de navío Guillermina Maglione
Enfermeros:
Suboficial primero Fernando Villagrán
Suboficial segundo Elena Cardozo
Cabo principal Ramón Díaz
Cabo segundo Guillermo Cuevas
El Servicio de atención está dirigido por el Jefe de departamento,
Capitán de corbeta Marcelo Donaire, oftalmólogo
y médico hiperbárico. Su equipo está conformado por un
traumatólogo, un odontólogo, una bioquímica y los enfermeros.
Los profesionales de la salud se encuentran en guardia
activa permanente y, además de estar al servicio de la tripulación,
cumplen con actividades relativas a la operación
del buque.
“En paralelo a mis tareas como médico, cuando estoy de
guardia como oficial de servicio tengo que, por ejemplo, recorrer
el barco para asegurarme de que no haya elementos
desarranchados o sueltos y que puedan entorpecer el funcionamiento
o golpear a una persona. Debo verificar que
los aparatos electrónicos estén correctamente guardados
o acomodados. O que no haya pérdidas de agua en distintos
compartimentos o pérdida de aceite en las máquinas”,
afirma el Jefe de medicina, Teniente de navío Juan Cruz
Vera Vecchi. “Por otra parte, el equipo médico da clases
relacionadas con la atención de emergencias como cursos
de RCP, entre otros”, concluye.
Todas las atenciones médicas se registran para armar un
informe que arroje estadísticas acerca de las patologías más
prevalentes del buque y se entrega al cuerpo médico que
tomará la posta en el próximo viaje para diagramar la estrategia
y el inventario de los materiales y los medicamentos.
Dentro de las atenciones más frecuentes se encuentran
las traumatológicas, relacionadas a golpes y/o caídas. Por
otra parte, según la ubicación geográfica en la que se encuentre
navegando el buque, aparecen las infecciones respiratorias
del tracto superior y/o las gastroenteritis. “Las
intervenciones quirúrgicas en altamar son un desafío. En el
viaje de instrucción pasado se llevó adelante una apendicetomía
con anestesia local en medio del océano atlántico,
con el barco en movimiento. Se realizó exitosamente, El
paciente tuvo una recuperación exitosa”, relata el Dr. Vera
Vecchi.
La Fragata sigue una rutina establecida para todos. Por las
mañanas, la tripulación se reúne en cubierta para izar el
pabellón a las 8. Luego se da lugar a la lectura de efemérides
relacionadas con la historia naval y a continuación
cada uno se dirige a sus actividades. Por las tardes, vuelven
a reunirse con la puesta del sol para arriar la bandera.
Diariamente se imparten clases de distintas asignaturas,
prácticas, navales y de cultura general. Además, se realizan
simulacros de incendio, con un hombre máscara a la
cabeza que es el marino asignado para encabezar la lucha
contra el fuego. Cuando suena la sirena, el «hombre
mascara» se viste con el traje y ejecuta las acciones para
combatir el incendio
Galería de fotos
HISTORIA |
Su construcción comienza el 10 de noviembre de 1962, autorizada por el Ministerio de Marina. El 11 de diciembre del
mismo año se colocan los primeros remaches en la quilla. Por decreto Nº 7.922, del 27 de abril de 1956, se le impone
el nombre de “Libertad”. El 10 de noviembre de1964 entra en servicio, y en mayo de 1963 tiene su incorporación
oficial a la institución naval con la ceremonia de afirmación del pabellón.
En 2004, la Fragata ingresó nuevamente en el Astillero Río Santiago para realizar el mantenimiento conocido como de
media vida. Ese episodio marcó un hito en la marina ya que se acondicionó el buque escuela para incluir a las mujeres
en sus viajes. El desafío tecnológico fue de extrema complejidad, y llevó dos años, ya que implicó reparaciones y
modificaciones estructurales de gran magnitud en todos los sistemas y en el casco del gran velero.
En 2007 egresó de la Escuela Naval Militar, la primera promoción de guardiamarinas mujeres de la Armada.
PREMIOS
Gran Medalla
En 1966 le fue otorgada la medalla por obtener el “Record
Mundial de Velocidad de Grandes Veleros en el cruce del
Océano Atlántico Norte”. Travesía desde Cabo Race (Canadá)
hasta la línea imaginaria Dublin-Liverpool, recorriendo 2058,6
millas en un tiempo de 8 días y 12 horas. El mismo aún no ha
sido batido.
Copa Boston Teapot
Obtenida en 9 oportunidades (1966, 1976, 1979, 1981,
1987, 1992, 1998, 2000, 2007). Otorgada anualmente por
la “Sail Trainning Association” al velero que, tripulado con más
del cincuenta por ciento del personal en instrucción, recorra
la máxima distancia solamente a vela, en un período de 124
horas de navegación.
Regata American Sail
Primer puesto en 1998. Circuito entre los puertos de Savannah
y Green Port (Estados Unidos).
CONDECORACIONES
Medalla al honor al mérito naval, Comandante Pedro Campell,
concedida por la Armada de la República Oriental del Uruguay.
Honor al mérito naval, concedida por la Armada de la República
Dominicana.
Orden al mérito naval Almirante Padilla, concedida por la
Armada de la República de Colombia.
Condecoración de la República Federativa de Brasil, Río
Branco.
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