Radiaciones UVA y UVB y recomendaciones para protegerse de los efectos nocivos.
INFORMACIÓN PARA LA COMUNIDAD Todo lo que tenés que saber sobre protección solar Reproducir nota Radiaciones UVA y UVB y recomendaciones para protegerse de los efectos nocivos. ADVERTENCIALa presente información se brinda solamente con carácter informativo, y no reemplaza el criterio del profesional. Ante cualquier duda sobre su salud consulte a su médico única persona habilitada para tal fin. Recomendaciones para protegerse de los efectos nocivos de los rayos UV Usar sombrero de ala ancha, anteojos con filtro UV certificado, camisa de manga larga, ponerse a la sombra de los árboles, sombrillas, etc. Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas. Usar en forma habitual protectores solares que bloqueen radiación UVA y UVB, de calidad reconocida y cuyo factor de protección solar (FPS) sea mayor a 30. Aplicar en toda la piel 30 minutos antes de la exposición y renovarlo cada 2 horas con la piel seca o cada vez que uno sale del agua y se frota o se seca la zona. Usar una cantidad generosa sin olvidar sitios como: orejas, empeines, labios, cuello, “pelada” de los calvos y tórax. No olvidar la protección solar al realizar deportes. Es primordial conocerse y hacer el “autoexamen” en forma periódica. Si encontramos manchas nuevas o que se hayan modificado, debemos consultar con el dermatólogo. ¿Qué son las radiaciones UVA y UVB? El espectro solar está compuesto por tres tipos de energías lumínicas: la luz visible, la infrarroja y la ultravioleta. La luz visible, como su nombre lo indica, es la que el ojo humano puede percibir. Está compuesta por las distintas radiaciones que se observan en el arco iris y su espectro de colores que incluyen violeta, índigo, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. La infrarroja es la radiación responsable del calor que proporciona el sol. Por último, está la radiación ultravioleta (UV) que se divide en tres tipos: UVA, UVB, UVC. Los rayos UVA pueden causar fotoenvejecimiento de la piel generando arrugas y manchas. Estos rayos pueden pasar a través del vidrio de la ventana. Son los que penetran en la dermis profunda, envejeciendo las células y causando daño indirecto sobre el ADN. La mayor parte de las camas solares emiten este tipo de rayos que, según se ha probado, aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel. El 90% de las radiaciones provocadas por el sol son UVA. Los rayos UVB son la causa principal de las quemaduras solares y están bloqueados por los cristales de las ventanas. Son los que causan daño directo sobre el ADN, los principales responsables de las quemaduras producidas por el sol y se cree que causan la mayor parte de los cánceres de piel. Por último, tenemos los rayos UVC que son absorbidos en su totalidad por las capas atmosféricas, razón por la cual no llegan a la tierra y no toman contacto con nuestra piel. Más información en Dermaglos.com Información revisada por Dra. Carina Simionato, M.N. 97392.