Los doctores de este Servicio de Pediatría llevan en el alma y el corazón la tarea de atender a niños. Se nota que la sala de internación es la de un hospital público que cumple en 2013 nada menos que 117 años. Su arquitectura se alza orgullosa y, aunque antigua, se ve sólida. Los niños disponen de juguetes para pasar el rato y las madres, de reposeras para acompañarlos. En el fondo, la televisión sirve para hacer más ameno el período de internación.