En tema Parasitosis intestinales Reproducir nota Dr. Edgardo Smecuol, médico gastroenterólogo. Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología. MN 62074. MP 442411. Definición: se considera “parásito” a todo aquel ser vivo que temporal o permanentemente vive a expensas de otro organismo de distinta especie (huésped), obteniendo de éste nutrición, un sitio donde permanecer y al que puede dañar. En cuanto a los parásitos intestinales, son organismos que se adaptaron a vivir en el intestino del hombre. Epidemiología: las parasitosis intestinales se encuentran ampliamente distribuidas en todo el mundo, con mayor prevalencia en los países en desarrollo, dado que se trata de un problema estrechamente ligado a la pobreza y relacionado a una inadecuada higiene personal, incorrecta manipulación de los alimentos crudos, falta de provisión de agua potable, falta de servicios sanitarios y contaminación fecal del ambiente. Según la Organización Mundial de la Salud, más de la quinta parte de la población mundial está infectada por uno o más parásitos. Las enfermedades parasitarias infectan a personas de todas las edades y a ambos sexos, pero la población pediátrica es la más susceptible, determinando una disminución del desarrollo físico y mental, situación que puede potenciarse enormemente cuando se suma a un estado nutricional deficiente. Para considerar la dimensión de esta patología, debe mencionarse que en Argentina más del 60% de los niños se encuentran afectados, con diferencias en función del área geográfica que se considere (1). Así, distintos estudios descriptivos han informado prevalencias de parasitosis por encima del 80% en algunas localidades del Norte y Sur del país, mientras que en la zona central se registran porcentajes cercanos al 45% (2). Factores predisponentes: entre los elementos relacionados a la transmisión, deben mencionarse la falta de higiene que involucra el no lavarse las manos así como la insuficiente limpieza de los alimentos, las dificultades en contar con agua potable, las deficientes instalaciones sanitarias con inadecuada manipulación de excretas y la defecación al aire libre, producto de la falta de baños adecuados y de cloacas, determinando la contaminación del suelo y el agua, todo lo cual determina una propagación rápida y silenciosa de estos organismos. En el caso de los niños, se suman los objetos contaminados que se llevan a la boca y el hábito de caminar descalzos por áreas expuestas a la contaminación parasitaria. La ingesta de alimentos crudos, como carne de vaca o de cerdo es otra vía de contagio, así como también el hábito de rascarse la cola y luego llevarse la mano a la boca (contagio oral-anal, frecuente en los niños). Finalmente, deben mencionarse los contagios interhumanos; algunos parásitos permanecen en las sábanas, en la ropa de cama, en las toallas, siendo muy frecuente el contagio dentro de un grupo familiar o una comunidad cerrada. Síntomatología: si bien en ocasiones los síntomas son escasos o inespecíficos, los parasitosis intestinales suelen determinar trastornos digestivos tales como alteraciones de las evacuaciones, generalmente diarreicas, observándose gusanos blanquecinos en las heces, dolor y distensión abdominal, picazón anal y vómitos. Otros síntomas que deben considerarse son la pérdida de peso con la consiguiente desnutrición, urticaria, alteraciones del sueño e irritabilidad, trastornos del crecimiento y desarrollo intelectual y tos en caso de producirse migración de larvas hacia bronquios y pulmones. Diagnóstico: se basa en la detección de huevos o parásitos adultos en la materia fecal. Para ello se necesita recolectar materia fecal, que es analizada en el laboratorio mediante un examen directo en el microscopio. De ser posible, se deben recolectar múltiples muestras de heces recién eliminadas por la mañana, durante tres días seguidos o alternos, porque la eliminación puede variar. Para diagnosticar algunos parásitos como oxiurus o tenias, se buscan los huevos recolectados del área perianal sobre una cinta adhesiva transparente (como las clásicas de escuelas y oficinas) o con un hisopo, a la mañana, antes de una deposición o del baño. Es importante atender a las indicaciones que proporciona el laboratorio para obtener una recolección adecuada de las muestras. De este modo, utilizando diferentes técnicas de microscopía, tinciones, y métodos de concentración de la materia fecal, se alcanza la identificación de las distintas formas parasitarias eliminadas en las heces. Tratamiento: los medicamentos que se utilizan para combatir las parasitosis son seguros y eficaces (3). Además, su administración es sencilla dado que se efectúa vía oral -sea en comprimidos o en suspensión, que además facilita la toma en niños menores de seis años de edad-, y tan solo durante uno a tres días. En algunos casos debe repetirse el tratamiento unas semanas después, con el objetivo de eliminar los parásitos adultos que nacieron de los huevos que resistieron las primeras dosis de medicamento. Asimismo, es indispensable que las personas que conviven en un mismo hogar sigan también el tratamiento, debido a que, como se mencionó, existe un alto grado de transmisión que suele darse dentro de una misma familia. Así, un medicamento antiparasitario de amplio espectro como mebendazol, administrándose vía oral cada 12 horas durante tres días consecutivos, es efectivo para erradicar los parásitos más frecuentes. Su efecto está dado por que evita la captación de azúcar por parte de los parásitos, ya que interfiere con la obtención de glucosa, su principal fuente de energía. De este modo determinan la inactividad de estos organismos que, además, tienen dificultades para reproducirse. Prevención: más allá del tratamiento farmacológico, las medidas de prevención cobran un singular papel en este problema de Salud Pública. La higiene personal y del hogar, la provisión de agua potable, el consumo de alimentos frescos y bien cocidos, no caminar descalzos (ya que hay parásitos que ingresan desde la tierra a la piel), lavarse las manos en forma frecuente y correcta, desparasitar a los animales domésticos, combatir moscas, cucarachas y otros insectos, son herramientas de prevención sencillas que permiten controlar las enfermedades parasitarias. Ante todo debe recordarse que la falta de educación y las condiciones socioeconómicas desfavorables (vivienda insalubre, hacinamiento, mala nutrición, falta de agua potable), se asocian con una alta prevalencia de parasitosis, prevalencia que aún hoy continúa siendo una amenaza constante para la salud de la población mundial. NUEVA EDICIÓN DE LA CAMPAÑA DE PREVENCIÓN DE LA PARASITOSIS INTESTINAL Laboratorios Andrómaco, líder en el tratamiento de la parasitosis intestinal por su línea Mebutar, colaboró con la Sociedad Argentina de Gastroenterología por tercer año consecutivo en la Campaña de 2023 contra esa patología. A través de una página web, cartelería en vía pública, mensajes en redes sociales y la presencia de representantes en distintos medios de comunicación, colaboramos en darle difusión a la información preparada por la sociedad científica. Por otra parte, a través de acciones dirigidas al público en general, el pasado mes de marzo logramos acercar a la población las medidas de prevención para minimizar los casos de esta patología olvidada por algunos sectores de la sociedad. Es importante recordar que, en Argentina, las parasitosis intestinales impactan principalmente en las poblaciones más vulnerables. La falta de higiene y el difícil acceso al agua potable hacen que la afección se propague de manera rápida y silenciosa. La inadecuada manipulación de excretas y la defecación al aire libre, producto de la falta de baños adecuados y de cloacas, contaminan el suelo y el agua. La campaña contó con el auspicio del Ministerio de Salud de la Nación como así también de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Página web: https://www.prevencionparasitosisintestinal.com.ar/ Instagram: https://www.instagram.com/parasitosisintestinal/ FB: https://www.facebook.com/PrevencionParasitosisIntestinal/ Referencias 1. Navone GT, Zonta ML, Cociancic P, Garraza M, Gamboa MI, Giambelluca LA, Dahinten S, Oyhenart EE. Estudio transversal de las parasitosis intestinales en poblaciones infantiles de Argentina [Cross-sectional study of intestinal parasitosis in child populations in Argentina]. Rev Panam Salud Publica. 2017 Jun 8;41:e24. Spanish. doi: 10.26633/ RPSP.2017.24. PMID: 28614462; PMCID: PMC6660846. 2. Cocianic y col. Revista Argentina de Microbiología 2021, Vol 53 PAg 225 – 232. Parásitos intestinales en poblaciones infanto-juveniles de Argentina: Factores ambientales que determinan su distribución. 3. Moser W, Schindler C, Keiser J. Efficacy of recommended drugs against soil transmitted helminths: systematic review and network meta-analysis. BMJ. 2017;358:j4307. Los artículos aquí publicados están destinados exclusivamente a profesionales de la salud y tienen solo un fin informativo. 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