Integrantes del Servicio junto a colaboradores de Laboratorios Andrómaco
Su funcionamiento sigue una estructura organizada necesaria para poder dar respuesta a una de las áreas programáticas con más densidad poblacional de la Ciudad de Buenos Aires, el barrio de Flores, y con alto riesgo social.
Un día en el Piñero
Las pacientes ingresan a través de consultorios externos donde hay atención dividida según el tipo de riesgo: bajo, mediano y alto; centros de salud de atención primaria o el servicio de guardia. Si el caso lo requiere, se solicita su internación. Los motivos más frecuentes son amenaza de parto pre término, trabajo de parto a término, o indicación de cirugía. Permanecen internadas según su patología o evolución del embarazo, hasta que reciben el alta.
La dinámica del Servicio comienza a las 8 de la mañana, momento en que lo médicos de la noche entregan los turnos informando cada caso con su historia clínica y los lineamientos a seguir. Esta es una oportunidad para analizar las decisiones tomadas y ver si es necesario algún ajuste en el tratamiento. “La modalidad de atención funciona con mucha armonía, porque está estandarizada en guías de trabajo previamente consensuadas por el equipo”, afirma la Dra. Di Biase, Jefa del Servicio de Obstetricia. Los médicos tienen autonomía para actuar, pero si frente a una decisión dos profesionales no se ponen de acuerdo, llaman a un superior y aplican un tercer punto de vista que sirve para dirimir la cuestión”.
El servicio está compuesto por un Jefe de departamento, jefes de división, jefes de unidad (uno para obstetricia, otro para neonatología y un tercero para pediatría), médicos de planta, obstétricas y residentes.
Las guías como modelo de trabajo
El equipo se reúne los días miércoles para tratar temas previamente seleccionados. La idea es investigar y compartir el conocimiento para establecer, luego, normas de trabajo. A partir de esas discusiones, surgen las guías anuales que indican el camino. Las reuniones periódicas permiten revisar las normas establecidas y corregirlas o mejorarlas si es necesario. Esta modalidad de trabajo ya lleva muchos años y ha probado su eficiencia en la atención.
Consultorio de Procreación responsable
“Todas las embarazadas que vienen a tener sus bebés, o las mujeres que pierden un embarazo, se retiran del establecimiento con un método de contracepción. El objetivo de esta medida es ayudarlas a que puedan tener los hijos que deseen en el momento que lo deseen. El gobierno de la Ciudad nos provee de todos los métodos anticonceptivos, hasta los de última generación. No tenemos faltantes”. Se entregan en forma gratuita y se le recuerda a la mujer que concurra al consultorio o a los centros de salud cuando el método requiera renovación o la siguiente provisión. El consultorio de procreación responsable funciona cuatro días a la semana.
Consultorio de embarazo adolescente
De los 1800 partos anuales, el 16% provienen de mujeres menores de 19 años. El origen del embarazo adolescente no se limita a una sola causa, sino a una realidad social que da cuenta de la desinformación, los patrones de vida y la falta de vínculos. Gran parte de esta población surge de familias disfuncionales que no reciben suficiente amor y buscan cubrir con un hijo esa cuota de cariño que les falta. Otras, simplemente repiten la historia de su familia. Pero, la Dra. Lucía Beatriz Di Biase afirma que, “la gran mayoría de los embarazos de este tipo surge del desconocimiento, de la ignorancia. Entonces, no alcanza con que el Gobierno de la Ciudad provea los métodos anticonceptivos si cuando se acerca al hospital ya está embarazada”.
“Yo soy maestra, ejercí muy poco tiempo, pero creo que hacemos agua en las escuelas. En la primaria tenemos que educar a los niños en el cuidado y el respeto del cuerpo para evitar un embarazo no deseado y también, para prevenir enfermedades de transmisión sexual. Es en la escuela donde tenemos que informarles que pueden acercarse al hospital antes de comenzar su vida sexualmente activa para informarse y disponer del método adecuado para su situación. El conocimiento le devuelve a la persona la capacidad de elegir. Si los chicos tienen su debut entre los 13 y los 14 años y nosotros no hicimos nada, ya llegamos tarde”, reflexiona la Dra. Di Biase.
El Piñero, su segunda casa
Cuando la Dra. Di Biase finalizó su residencia, hace 30 años, eligió el Piñero para ejercer su profesión por cercanía a su casa. En su paso por este querido hospital al que considera su segundo hogar, desempeñó los siguientes cargos: Médica concurrente, Médica de planta, Jefatura de planta, Jefatura del Servicio y Jefatura del Departamento, cargo que actualmente ocupa.
En todos estos años de permanencia, la Dra. Di Biasi ha acompañado a más de una generación de mujeres. “No me imagino en otro lugar. El día que me tenga que jubilar, voy a tener que trabajar mucho para dejar este lugar. Ha sido mi proyecto de vida. Este es el puesto al que siempre aspiré, porque siento que puedo marcar una diferencia. Lo que yo viví en todos estos años me ayudó a educar a mis hijos. El debut sexual de ellos, el inicio en el alcohol y la elección de sus parejas me suscitó mucho temor, y contarles algunas de las historias que se presentaban en el hospital me ayudó a mostrarles una realidad que ellos podían evitar. Como, por ejemplo, la llegada de una nena de 13 años embarazada. Compartirles a ellos la incógnita que se presentaba sobre el futuro de esa niña, si iba a poder seguir estudiando o si su nueva situación la iba a hundir más en la miseria, les mostraba una situación que ellos podían evitar. En síntesis, mostrarles una realidad y empoderarlos para saber elegir”.
Las nuevas generaciones
“Alguien que decide practicar la medicina tiene un criterio diferente al que elige arquitectura o agronomía. Sí o sí tiene que tener conciencia social y una determinación a trabajar para la gente. Últimamente, cuesta cubrir los puestos de residentes para neonatología. De hecho, en función de eso, hace tiempo que se transformó la residencia de pediatría en una de pediatría y neonatología. En este hospital, los puestos de residentes de tocoginecología se han cubierto. En provincia ha sido difícil. El sistema de guardias es estresante y la neonatología es de guardia, y quizás las remuneraciones no sean las adecuadas”. Dra. Lucía di Biasi.
Atender, contener e informar a la mujer embarazada (2da parte)