La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió este año un listado de 56 recomendaciones para el parto, orientadas no sólo a disminuir las intervenciones innecesarias, sino a mejorar la experiencia de las mujeres; a darles un mayor poder de decisión durante el trabajo de parto y durante el parto y a humanizarlo.
Según el informe de la OMS emitido en febrero de 2018, la mayoría de los 140 millones de partos que se producen anualmente no tienen complicaciones. Sin embargo, en los últimos
años han aumentado de manera considerable las prácticas médicas para iniciar, acelerar, finalizar, regular y monitorear el proceso fisiológico del parto, como la cesárea o la administración de oxitocina para la dilatación cervical, entre otras.
A través de estas recomendaciones, la OMS resalta el concepto “experiencia de la atención” como un aspecto crítico para garantizar la calidad en la atención del trabajo de parto y el parto y así obtener mejores resultados centrados en la mujer, incluidos dar a luz a un bebé saludable en un ambiente clínico y psicológico seguro, con el acompañamiento emocional de un compañero y de personal clínico
amable y técnicamente competente. Este concepto se basa en la premisa de que la mayoría de las mujeres desean un trabajo de parto fisiológico con un sentido de logro y control a través de la participación en la toma de decisiones, incluso cuando se necesitan o se desean intervenciones médicas.
ENTRE LAS RECOMENDACIONES MÁS IMPORTANTES SE ENCUENTRAN:
• Atender respetuosamente a la madre, manteniendo su
dignidad, confidencialidad y privacidad.
• Establecer una buena línea de comunicación entre el personal
de salud y las embarazadas y brindar apoyo continuo
durante el trabajo de parto y el parto.
• Permitir que la mujer participe en la toma de decisiones
sobre el manejo del dolor, el trabajo de parto, la posición de
nacimiento del bebé y la necesidad de pujar, entre otras.
• Informar a la paciente que la etapa latente del parto varía
de una mujer a otra, aunque la etapa activa (dilatación cervical
> 5 cm y mayor borramiento) por lo general no dura >
12 horas en primerizas y > 10 h en multíparas.
• Para reducir las intervenciones médicas innecesarias, no
se recomienda establecer el punto de referencia para la dilatación
cervical a 1 cm/h por considerarlo inexacto al identificar
mujeres en riesgo de resultados adversos.
• No se aconseja la utilización de intervenciones médicas
para acelerar el trabajo de parto y el parto (como la oxitocina
o la cesárea) antes de tener una dilatación cervical de 5
cm, siempre que no existan complicaciones.
• No se recomienda la pelvimetría clínica de rutina para mujeres
embarazadas sanas en trabajo de parto.
• Para evaluar el bienestar fetal se indica la auscultación a
través de ultrasonido Doppler. En mujeres sanas no se recomienda
la cardiotocografía de rutina durante el trabajo de
parto espontáneo.
• No se aconseja el rasurado perineal/púbico, la limpieza
con clorhexidina, ni la utilización de enemas de rutina antes
del parto vaginal.
• En embarazadas de bajo riesgo se debe hacer tacto vaginal
cada 4 horas.
• El alivio del dolor depende de la preferencia de cada mujer,
quien puede elegir la analgesia epidural durante el trabajo
de parto, los opioides parenterales —como fentanilo,
dimorfina y petidina— o no utilizar ningún método.
• Según los deseos de la mujer, se recomiendan técnicas
de relajación (relajación muscular progresiva, música, meditación,
etc.) o técnicas manuales (masajes, compresas de
agua caliente, etc.).
• Se sugiere que las mujeres con bajo riesgo coman o tomen
líquido durante el trabajo de parto.
• La amniotomía sola o con oxitocina, la oxitocina (en mujeres
que recibieron anestesia peridural), los fármacos antiespasmódicos
o la administración de líquidos intravenosos
(con la finalidad de disminuir la duración del trabajo de parto),
no se recomiendan como intervenciones para prevenir el
retraso en la labor de parto.
• Se aconseja mantener la movilidad y la posición vertical
en mujeres con bajo riesgo durante la primera fase del parto.
La mujer tiene derecho a elegir la postura en la que quiere
dar a luz (incluida la posición de pie), haya recibido o no
anestesia peridural.
• Las mujeres en la fase expulsiva deben ser alentadas y
apoyadas para seguir su propio impulso de pujar. No deben
ser presionadas.
• En las embarazadas con analgesia epidural, en la segunda
etapa del trabajo de parto, se recomienda retrasar
el pujo durante una o dos horas después de la dilatación
completa o hasta que la mujer recupere el deseo de pujar,
siempre que se cuente con los recursos para tratar una posible
hipoxia perinatal.
• La episiotomía de rutina y la presión manual uterina no se
aconsejan en pacientes con parto vaginal espontáneo.
• La paciente puede elegir técnicas para disminuir el trauma
perineal, como el uso de compresas calientes o el masaje
perineal, entre otros.
• La administración de uterotónicos (oxitocina UI IV/IM) se
debe hacer en todas las mujeres que han dado a luz para
prevenir la hemorragia posparto.
• Esperar al menos un minuto para cortar el cordón umbilical.
• No se debe succionar la nariz y la boca del recién nacido si
éste respiró por sí solo y el líquido amniótico es claro.
• El contacto piel a piel entre la madre y su recién nacido
debe ocurrir durante la primera hora, para estrechar los vínculos
afectivos, disminuir el riesgo de hipotermia y estimular
la lactancia.
• Es ideal esperar 24 horas antes de bañar al recién nacido.
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