Día a día, los payasos de hospital llevan alegría y contención a los pacientes internados. Con sus propuestas lúdicas, recuperan las sonrisas, hacen olvidar por un rato los miedos y dolores para abrir nuevos caminos hacia la recuperación. Los efectos positivos de esta labor son cada vez más reconocidos y por ello en la provincia de Buenos Aires se sancionó una ley que dispone que en todo hospital de niños bonaerense debe haber un clown especializado.