Reflexiones

Amamantar, un saludable acto de amor

Amamantar, un saludable acto de amor
La leche de la mamá se adapta a las necesidades del chiquito, es más fácil de digerir y resulta ideal para la maduración del intestino y el cerebro

La falta de información y la presencia de la mujer en el mercado laboral llevan a que numerosas madres desistan de amamantar, trayendo aparejado riesgos de salud para sus hijos. Con el fin de combatir el abandono de la lactancia materna, el Poder Ejecutivo reglamentó y puso en vigencia la Ley Nacional Promoción y Concientización Pública de la Lactancia Materna. Es ahora tarea de toda la comunidad informar y contener a las mamás que quieren amamantar a sus hijos y no lo consiguen.

Desde enero de 2015 rige en nuestro país la Ley de Promoción y Concientización Pública de la Lactancia Materna. En concordancia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la ley 26.873 compromete al Estado argentino a concientizar a profesionales de la salud, embarazadas, padres y población en general sobre la importancia de amamantar en forma exclusiva a los bebés de hasta seis meses de edad y a seguir haciéndolo con alimentación complementaria hasta los dos años del niño o más.

¿Por qué es necesario promulgar una ley para que las mamás hagan algo tan natural como darle la teta a su hijo? La temprana reinserción laboral de la madre cuando el bebé tiene tan solo cuarenta y cinco días de vida y la falta de acceso a la información hacen posible que muchas madres declinen la opción de alimentar a sus niños con su propio cuerpo, aun antes de lo que ellas hubieran querido. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en 2011 el sesenta por ciento de los bebés argentinos se alimentaron exclusivamente del pecho hasta los dos meses, y de ellos, solo la mitad tuvieron la leche materna como único alimento hasta los seis meses de edad. Ante este panorama, es muy importante trabajar mancomunados para lograr mejores condiciones de trabajo para la madre y mejorar la difusión de información a las mujeres y a las familias en los medios de comunicación, los centros de salud y la población en general.

Uno de los puntos fundamentales de esta ley es que conmina a las empresas y demás lugares de trabajo a tener lactarios en sus establecimientos. Estos “Espacios Amigos de la Lactancia” permiten a las mamás trabajadoras sacarse leche dentro de un ámbito relajado y mantener su producto refrigerado para que llegue en condiciones óptimas a su hijo. No más extracciones a las apuradas, escondidas o en el baño. También compromete al Estado a fomentar los Bancos de leche humana, donde las madres donan su producción por propia voluntad para que la ingieran los lactantes que no pueden obtenerla de sus propias madres.

PUROS BENEFICIOS

La leche materna es, por lejos, la que mejor alimenta al bebé en las diferentes etapas de crecimiento, y contiene anticuerpos que protegen de enfermedades tanto al amamantado como a quien amamanta.

Además de la buena nutrición, las ventajas de esta modalidad son inigualables. “La leche de la mamá se adapta a las necesidades del niño, es más fácil de digerir, resulta ideal para la maduración del intestino, el desarrollo del cerebro, y es súper econó- mica. Cuando se amamanta, tanto la mamá como el bebé liberan oxitocina, la llamada “hormona del amor” que afianza el vínculo de la díada. Además, para el bebé la mirada que se cruza con su madre y el latido del corazón tan cercano lo llevan al útero, ese lugar tranquilo y calentito del que salió hace poco. También, el bebé ejercita los músculos de la lengua con los movimientos peristálticos que realiza, ejercicio que no hace con el biberón. Incluso los oftalmólogos consideran este acto como una ejercitación fantástica para los ojos, ya que las diferentes posiciones para dar la teta (sentada, acostada, de un lado, del otro) obliga a que los ojos se muevan en diferentes ángulos”, enumera la psicóloga Alicia Mollo y asesora de lactancia en charlas de pre parto y de la línea Bushi.

CONTENER A LAS MADRES, UNA RESPONSABILIDAD DE LA COMUNIDAD

Ante la inminencia de la lactancia, surgen entre las futuras madres diversas dudas y temores. Cómo se hace, qué pasa si duele, cada cuánto tengo que alimentar a mi bebé, cómo sabré si tengo suficiente leche. La incertidumbre y la angustia suelen incrementarse durante esta etapa. Frente a las vacilaciones lo mejor es consultar, en primer lugar al médico. Para acompañar y contener a las flamantes mamás, se crearon sitios como www.materna.com.ar, una comunidad digital exclusivamente para ellas que cuenta con el apoyo de Laboratorios Andrómaco y otras reconocidas empresas. Ofrece información acerca de la evolución del embarazo y el desarrollo de los niños.

Para respaldar a la mujer en el proceso de la lactancia, el sitio ofrece un espacio en donde las usuarias pueden enviar sus inquietudes. Las mismas son atendidas por especialistas. A su vez, les da la posibilidad de intercambiar experiencias de la maternidad con sus pares.

Por otra parte, incluye una sección amplísima en donde pueden encontrarse consejos de las organizaciones internacionales especialistas en lactancia y artículos que esclarecen las preguntas frecuentes tales como la preparación de la embarazada para la lactancia, amamantar durante las primeras semanas del bebé, lactancia en mellizos y/o en prematuros, dolores durante el amamantamiento, cómo combatir el abandono de la lactancia; y lactancia y trabajo. En un lenguaje sencillo y certero, se brindan pautas para recorrer el camino que puede ser sinuoso, pero también muy placentero. “En la mayoría de los casos se deja de amamantar por falta de información. Hay madres que quieren seguir, pero ante un inconveniente no encuentran un interlocutor que las ayude y las incentive a continuar. La falta de información les hace perder una oportunidad única y preciosa. En general se trata de escuchar a las madres, contenerlas y darles información para que se motiven y puedan realizar pequeños cambios técnicos que faciliten el proceso”, dice Mollo.

POR MÁS DERECHOS
Una ley que todavía no se ha logrado promulgar es la extensión de la licencia por maternidad y por paternidad. En la actualidad, la mamá puede tomarse cuarenta y cinco días antes del parto y otros cuarenta y cinco después de parir, mientras que el padre, solo dos días francos en la mayoría de los casos. Como un bebé de 45 días es, obviamente demasiado chiquito, la madre, cuando su presupuesto se lo permite, suele pedir la extensión de su licencia por tres meses más sin goce de sueldo. Tanto Unicef como la Organización Internacional del Trabajo recomiendan que la madre tenga como mínimo noventa y ocho días, o sea, catorce semanas de licencia, que es lo que brindan en Colombia y Uruguay. Brasil, por su parte, ofrece ciento veinte días, Venezuela, ciento ochenta y dos y Chile, doscientos diez días. Mientras en la Argentina los padres cuentan con solo dos días de licencia, en Brasil y Chile son siete, en Colombia ocho días hábiles y en Uruguay tienen diez días seguidos, que en 2016 se convertirán en trece. En Venezuela, los padres pueden quedarse en su casa dos semanas completas.

DOS AÑOS Y MÁS

Un punto no menor de la Ley de Promoción de la Lactancia Materna es que aconseja dar de lactar a los chicos de dos años y más. Esto no significa que sea obligatorio, pero libera de culpas o miradas a las mujeres que quieren hacerlo. Así como hay madres que abandonan la lactancia muy pronto a pesar de sus deseos, también hay otras que dejan de hacerlo por vergüenza o porque dan rienda a erróneos dichos populares que sostienen que un niño con dientes o que camina, ya no necesita de la leche materna.

“La leche de la mamá se adapta a las necesidades del chiquito, es más fácil de digerir y resulta ideal para la maduración del intestino y el cerebro”.

SIN CULPAS

Cuando no se puede dar la teta por alguna enfermedad o por circunstancias particulares que requieren dejar a un lado este método natural, la Licenciada Alicia Mollo recomienda “desterrar la culpa que no sirve para nada; nadie tiene que sentirse mal, el bebé puede estar bien y la mamá ser muy amorosa y responsable”. Además brinda algunos consejos para afianzar el vínculo:

  • Poner al bebé cerca del pecho cuando se le da el biberón, que sienta los latidos de su mamá.
  • Tocarlo, tomarle la manito, el contacto piel con piel es fundamental.
  • Tenerlo más tiempo en brazos.
  • Darle el biberón en distintas posiciones.

Nadie puede obligar a una mujer a amamantar a su hijo, pero sí es muy aconsejable. “Hay que preocuparse y apoyar a la madre que quiere hacerlo y no puede o le cuesta. Hay numerosos caminos, o métodos para lograrlo y no declinar ante el primer intento”, subraya Alicia Mollo. Y tener en cuenta que, como dice la Liga de la Leche: “Es importante recordar que su bebé la quiere, tanto si toma el pecho como si no”.


Editorial Conexión.  Amamantar, un saludable acto de amor Revista Conexión Andrómaco N°26; 8-11; (2015)

Los artículos aquí publicados están destinados exclusivamente a profesionales de la salud y tienen solo un fin informativo. Los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Laboratorios Andrómaco recomienda acudir a un profesional de la salud calificado ante cualquier inquietud médica. Servicio de Atención al Profesional: 0-800-333-0033 - info@andromaco.com.ar