El acné es un trastorno inflamatorio de la unidad pilosebácea muy frecuente que se presenta principalmente durante la adolescencia y cuya causa es multifactorial.
Existen factores individuales tales como la genética y ciertos aspectos hormonales, y ambientales que participan en la aparición, mantenimiento y exacerbación del acné. Entre estos se destacan la polución, el estilo de vida, la ocupación, los medicamentos y la dieta, todo lo cual es denominado actualmente “exposoma del acné” (1)
A pesar de la creencia popular de que ciertos alimentos estarían asociados con el acné, no existe evidencia sólida que avale dicha asociación. Sin embargo, en las últimas dos décadas ha habido un incremento importante en el número de estudios con hallazgos interesantes.
El consumo de comidas con índice glucémico (IG) y/o carga glucémica (CG) elevados (IG >55) sería uno de los factores de riesgo más importantes de la dieta para el desarrollo y la exacerbación del acné. La hiperglucemia y la hiperinsulinemia resultantes inducen un aumento del IGF-1 (factor de crecimiento insulino-símil) que favorece un estado hiperandrogénico que contribuye a la aparición de hiperseborrea y acné. (2) En una revisión sistemática recientemente publicada se concluyó que dietas con alto IG influyen en el desarrollo y la severidad del acné, mientras que las dietas con bajo IG pueden beneficiar la acnegénesis, disminuir el número de lesiones y mejorar la severidad. (3)
Alimentos lácteos y acné
Los productos lácteos también han sido asociados con el acné. Si bien la leche tiene un IG bajo, las hormonas u otras moléculas bioactivas tales como el IGF-1, esteroides y alfa-lactalbúmina en su contenido son capaces de elevar los niveles glucémicos e insulínicos, con consecuencias similares a la ingesta de comida de alto IG/CG. (4) Esto produce resistencia a la insulina, biosíntesis de lípidos sebáceos y activación de un proceso inflamatorio.
Estas propiedades acnegénicas de la leche están principalmente relacionadas con estos compuestos y no a su contenido graso ya que la leche descremada ha sido también aosciada con el acné. (2) La leche puede estimular la síntesis hepática de IGF1 y la proteína de la leche tiene niveles altos de glutamina que interviene en la lipogénesis sebácea y la proliferación sebocítica. Los consumidores habituales de productos lácteos tienen niveles de insulina y de IGF-1 mayores que los no consumidores. (3)
El chocolate ha sido asociado con la aparición de lesiones nuevas y con la exacerbación de un brote preexistente. Si bien no está del todo claro cuál sería el componente acnegénico, su contenido de leche y vitamina B12 podría ser parte de la explicación. Habría un incremento del IG posconsumo que podría explicar su impacto sobre la sebogénesis. Existe una diferencia entre el chocolate de leche y el amargo ya que éste tendría un menor efecto comedogénico.(2)
Alimentos grasos y acné
Las comidas grasas, los fritos, y la llamada comida chatarra son frecuentemente relacionadas con el acné; sin embargo, no existe evidencia sólida que avale esta afirmación.
Dieta para el acné
Por otro lado, ciertos alimentos podrían ser protectores frente al acné: la ingesta frecuente de fruta y vegetales (≥3 veces por semana) sería beneficioso por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. En el mismo sentido es el consumo de pescado, principalmente pescado blanco y atún azul, probablemente por su contenido en ácidos grasos esenciales omega 3 que son capaces de suprimir la producción de citoquinas inflamatorias.
Si bien estos ácidos grasos omega 3 podrían ser beneficiosos para el acné, suelen perderse con la cocción. Su efecto sería a través de la disminución de IGF-1, lo que produce una reducción de la expresión de citoquinas proinflamatorias en el sebocito. Estos productos tienen efecto inhibitorio sobre el receptor de tipo toll 1 y 2 (TLR1 y TLR2), lo que podría contrarrestar el efecto proinflamatorio del Corinebacterium acnes por aumento de la expresión de estos receptores.
Conclusiones
Si bien el rol de los hábitos alimentarios en la patogenia del acné sigue siendo controversial, existe cada vez más evidencia que las dietas de alto IG serían factores de riesgo para la aparición, el mantenimiento y la exacerbación del acné. En el mismo sentido se mencionan a los productos lácteos y al chocolate. Por otro lado, el consumo de frutas y verduras y alimentos ricos en ácidos grasos esenciales omega 3 deberían recomendarse a los pacientes con acné ya que podrían tener un efecto beneficioso.
Referencias
(1) Dall’Oglio F, Nasca MR, Fiorentini F, et al. Int J Dermatol 2021;60:672-685. https://doi:10.1111/ijd.15390.
(2) Conforti C, Agozzino M, Emendato G, et al. Acne and diet: a review. Int J Dermatol 2021. https://doi:10.1111/ijd.15862.
(3) Meixiong J, Ricco C, Vasavda C, et al. Diet and acne: a systemic review. JAAD Int 2022;7:95-112. https://doi.org/10.1016/j.jdin.2022.02.012.
(4) Baldwin H, Tan J. Effects of diet on acne and its response to treatment. Am J Clin Dermatol 2020. https://doi.org/10.1007/s40257-020-00542-y.
Dra. Corina Busso .
MN 76641 – MP 444498