La presentación clínica (síntomas y signos) varían de acuerdo con el parásito responsable de la infección. Cada parásito puede afectar uno o varios órganos, aunque también hay casos que no dan ningún síntoma. Los problemas gastrointestinales incluyen:
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Episodios de diarrea explosiva, alternada con constipación
- Diarrea crónica, sin explicación
- Acidez
- Dolor y distención abdominal
- Náuseas, vómitos
- Mal aliento
Puede haber prurito (picazón) en la zona anal o la nariz, falta de apetito (no siempre hay pérdida de peso), trastornos del sueño, irritabilidad; según el tipo de parásito presente, puede haber fiebre, alergia en la piel y/o tos.
Los parásitos pueden causar malabsorción y deficiencia de nutrientes y, como consecuencia, anemia crónica y retraso del crecimiento o desarrollo cognitivo en los niños.