La edad no es el único factor determinante en los
fenómenos que evolucionan en el envejecimiento
de la piel. También participan de este proceso la exposición
solar como factor indiscutible, los factores
ambientales, el tabaco, el alcohol y otras sustancias, la predisposición
genética, el fenotipo cutáneo, la alimentación, y
por supuesto, las enfermedades metabólicas.
Por protocolos de pandemia no hemos podido imprimir este ejemplar. Adjuntamos una versión digital para su lectura.
Anatomía y estructura de la piel madura
En la epidermis se pierde la disposición exacta de cada una
de las capas. Se forman menos células epidérmicas y el tamaño
celular disminuye. Entonces, la epidermis se vuelve
más delgada.
La dermis también se adelgaza: el tejido conectivo pierde
su estructura fibrilar normal y su capacidad de retención de
agua. El colágeno no se reordena con la misma efectividad.
A éste fenómeno se lo denomina elastosis. Por otra parte,
los vasos sanguíneos de la dermis están dilatados y permeables.
Se observa, con frecuencia, una red vascular rojo-violácea
llamada telangiectasias. El tejido adiposo subcutáneo
se hipotrofia.
La piel adelgazada, al ser pellizcada, no vuelve rápidamente a su estado inicial, pueden aparecer petequias, o máculas
rojo vinosas ante traumatismos menores, por fragilidad capilar
dérmica, y se asocian lesiones benignas, como máculas
seniles, efélides. También debe evaluarse la presencia
de lesiones premalignas, como nevos, queratosis actínicas,
acantosis, cuernos cutáneos.
Envejecimiento cutáneo y diabetes
La hiperglucemia es el factor patogénico fundamental del
desarrollo de las complicaciones neurovasculares diabéticas
y, específicamente, en el envejecimiento cutáneo prematuro,
por falta de aporte de oxígeno, por cambios tróficos por
hiposensibilidad cutánea, pero lo más importante, desde el
punto de vista metabólico, por el incremento acelerado de
productos de glicosilación avanzada, y el aumento de radicales
libres y estrés oxidativo.
La glicación avanzada de proteínas
La glicación es la unión no enzimática (GNE) de moléculas
de glucosa en mayor medida a las proteínas, pero también
puede suceder con otras biomoléculas como los lípidos y ácidos
nucleicos que tienen la capacidad de reaccionar con el
grupo aldehído de la glucosa. Es lógico suponer que a mayor
hiperglucemia, mayor probabilidad de uniones no enzimáticas.
Un ejemplo es la GNE de la hemoglobina cuyo producto,
la hemoglobina glicosilada (HbA1c), se ha convertido en un
parámetro standard de diagnóstico de la diabetes.
Los productos de la glicación avanzada se incorporan de forma
exógena, con la dieta, y se forman de manera endógena,
de forma químico-fisiológica a lo largo de la vida. Estos se
estabilizan dando lo que se llama “productos Amidori”. Esta
transformación favorece la aparición de radicales libres, liberación
de enzimas degradantes de las macromoléculas de la
matriz extracelular dérmica. Esta destrucción acelera el proceso
senil dérmico y los síntomas aparecen más temprano.
La GNE del colágeno, una proteína estructural de la piel de
bajo recambio, resulta en la formación del colágeno-AGE o
colágeno glicosilado, que es distinto gracias al aumento del
entrecruzamiento y disminución de la solubilidad, alterando
sus propiedades mecánicas, con deshidratación de la proteína,
menor fuerza elástica y tensora, aumentando la rigidez,
y perdiendo afinidad por las colagenasas; por lo cual en vez
de degradarse como es natural, se acumula y origina el engrosamiento
cutáneo, que es una de las complicaciones de
la diabetes de larga evolución.
LA IMPORTANCIA DEL CUIDADO DE LA PIEL SANA EN LAS PERSONAS CON DIABETES
Haciendo valer la prevención, premisa básica en medicina,
nos corresponde a los médicos también preservar
del daño cutáneo a nuestros pacientes con diabetes,
teniendo en cuenta que las lesiones cutáneas crónicas
en los miembros inferiores son sumamente difíciles de
tratar y frecuentemente derivan en amputaciones.
El punto cardinal del tratamiento es, por supuesto,
mantener la glucemia dentro de valores normales,
medicación, dieta y ejercicio.
Como cuidar la piel de una persona con diabetes
Baños cortos de no más de 10 minutos, con agua tibia y
con jabón sin perfume para evitar que la piel se reseque.
Secar con cuidado, prestando atención a las zonas de
pliegues.
Cuidado especial de los pies: Cortar las uñas en forma
recta para evitar heridas. Si hay problemas acudir a un
podólogo especializado en pie diabético. Usar calzado
amplio y cómodo para reducir la aparición de callosidades
o rozaduras.
Es importante aplicar una emulsión hidratante, con
propiedades antiglicantes varias veces al día.
EMULSIÓN DERMAGLÓS PIEL DEL DIABÉTICO |
Es una fórmula indicada para pacientes diabéticos insulino dependientes y no
insulinodependientes, para pacientes con sobrepeso, con síndrome metabólico e
insulinorresistencia, insuficiencia venolinfática y envejecimiento cutáneo acelerado.
Siendo de uso cosmético, puede utilizarse frecuentemente, minimizando los efectos
adversos, y potenciando los efectos de la terapia hipoglucemiante en la piel.
Su formulación está compuesta por:
- Efecto antiglicante: Evita la pérdida de elasticidad, rigidez y amarilleo de la piel producida por la glicación, proceso que se acelera en las pieles diabéticas.
- Hidroxietil Urea: hidratación prolongada x 24 hs.
- Aceite de Rosa Mosqueta: Efecto emoliente. Ayuda a promover la regeneración y rejuvenecimiento de la piel.
- Castaño de Indias, Vitamina A y E.
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Dra. Bárbara Díaz. M.N. 100.905, M.P. 225.885. Especialista en cirugía plástica, quemaduras y en flegología y linfología.
Unidad de Quemados del Hospital Ricardo Gutiérrez. Consultora en heridas PAMI. Revista Conexión Andrómaco N°39; 32-33; (2020)
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